Sería bueno saber el motivo de tanto resentimiento. Si tras la sangrienta
guerra que libraron Alemania, Japón, Italia, Vietnam , etc, las relaciones
diplomáticas y comerciales se reanudaron sin contratiempos. Si, para el caso
extraordinario de Vietnam, que ganó el enfrentamiento militar con los EEUU,
luego de la paz se convirtió en un buen lugar para el comercio y la
implantación de capitales yanquis.
Los yanquis respondieron con
planes de auxilio a los pueblos vencidos por la guerra, Plan Marshall en
Europa, e incluso, llegó doce años tarde pero llegó, a la España franquista que
fue aliada de las potencias vencidas, Alemania e Italia.
Pero con Cuba hay algo mas
pesado. Es que Cuba es una colonia
perdida en América castellana por los yanquis.¡ Un ejemplo de dignidad
insoportable! Cuba soportó invasiones angloamericanas desde el siglo XVIII, fue
en el siglo XIX, junto con Filipinas el último territorio arrebatado a España
por los yanquis, luego de su robo territorial a Méjico, con los que fundaron
tres estados de la Unión. En fin, lo que encubre este bloqueo sangriento, esta
guerra no declarada nunca, no estilan los piratas hacer declaraciones de
guerra, pero establecen un bloqueo que
es un acto beligerante, a una parte del al territorio de los americanos del
sur, de los castellanos del sur. Esto tiene larga data. Es producto de su
obsesión colonial sobre nuestros territorios, que tuvo sus comienzos ya en la
gran invasión de ingleses y colonos de Virginia británica, a Cartagena de Indias y Cuba , la expedición
del almirante Vernon, a mediados del siglo XVIII. Luego el despojo a Méjico, 1848, La guerra por Cuba y Filipinas contra
una España inválida. El asesinato de Martí y la imposición de la vergonzante
Enmienda Platt, eliminada
definitivamente por la revolución de Fidel .
El rencor yanqui trasunta su
desprecio por toda América Latina, se ve en el trato que dieron a los a los
ciudadanos mejicanos despojados de su nacionalidad con la ocupación de esos
territorios, y el que dan hoy a inmigrantes “latinos” . Es un problema cultural
y racial. El desprecio por nuestra cultura católica y castellana, a la que no
perdonan que alentara el mestizaje racial y cultural. Cosa que ellos, “la crema
y nata de la raza blanca”, al decir del señor que nos sonríe aún desde los
billetes de cien dólares, Benjamín Franklin hicieron. Si, hicieron masivos “Salsipuedes” en todas las
tierras que conquistaron para “inglalaperra” y sus colonos. Donde no pudieron
arrasar se dedicaron a saquearlos mediante imposiciones comerciales,
acañoneándolos desde las costas, imponiéndoles mercancías y opio, comprando
socios internos, como a Sudamérica y
China en el siglo XIX.
Lamentablemente esta actitud
racista, la ideología del desprecio del
otro, acicate de todas nuestras luchas civiles desde la independencia. Odio
racial inspirador de todos los crímenes personales y colectivos. Desde las
degollatinas de Rivera o Venancio
Flores, mano oculta de “inglalaperra” en el genocidio guaraní de la Guerra de
la Triple Infamia.
El desprecio recalcitrante que tienen los
“blancos” de Santa Cruz de la Sierra por
el resto de los bolivianos representados en la estampa de Evo Morales
. El odio caraqueño por el “aindiado” Chávez,
un típico llanero mestizo de nuestra América castellano y católico- O el odio oligárquico contra Evita en aquel
“viva el cáncer” pintado en las paredes porteñas, o el bombardeo del centro de
Buenos Aires por la aviación naval argentina buscando matar a Perón ”un
cabecita negra” metido en la casa Rosada.
Toda la legislación norteña , en
lo interno y lo externo, trasunta calvinismo racista. Se puede ver en las
leyes que despojan a los inmigrantes
latinos hasta de asistencia médica. O en las
ansias de humillación y ruina,
que, con brutal sofisticación, imponen las
leyes anglosajonas a las que se someten estos países cuando sus élites
oligárquicas firman préstamos y financiaciones. Que no dan el mismo trato
cuando las quiebras se producen entre ellos, tal el caso del defautl de la
ciudad de Chicago, que se encontraba mas insolvente que el estado argentino en
el 2001. El desprecio institucionalizado es lo que expresan los fallos del Juez
Chiezza a favor de los bonistas “
buitres”, intentando forzar la quiebra de Argentina dando marcha atrás a los
acuerdos de refinanciación de deuda soberana pactada por el gobierno de
Nestor Kitchener con el 92% de los
acreedores en 2005. A la patria de San
Martín la quieren postrada, en manos de los mismos cipayos que entregaron la soberanía jurídica a la
piratería financiera.
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