"Esto de ser nacional o nó en el terreno
intelectual está directamente vinculado al método de conocimiento. La
respuesta entonces se hace muy simple:
lo nacional es lo natural...en los países que no han sido pedagógicamnte
colonizados no se plantea este interrogante porque la gente piensa
naturalmente, según las cosas son y partiendo de ellas, y no según como
tendrían que ser y partiendo de los principios que informan este tener que ser
según el modelo apriorístico que viene de afuera." Arturo Jauretche.
Para
echarnos a andar empezar a ver el mundo desde nuestra cultura.
Bajo la insignia de este epígrafe, trataremos de ir
al encuentro de una praxis generadora de experiencias sociales e históricas
nuevas, en el entendido de que “se hace camino al andar”. La experiencia como
base de conocimiento. El método de aprendizaje de hombres y animales parte de
la captación de las oportunidades que generan ventajas para el individuo y la
especie. La imaginería humana ha podido proyectarse sobre la realidad, muchas
veces con sentido práctico, como cuando ordenó las estrellas armando
agrupamientos con el nombre de figuraciones. Pero asi como ordenamos el
firmamento de acuerdo a nuestra imaginación, también lo hacemos para explicarnos
y justificar nuestras relaciones sociales, el origen de las jerarquías sociales
que hacen posibles los grandes conglomerados humanos. A esto concurren mitos y
leyendas originarias que todos los pueblos han erigido para su auto
reconocimiento.
Si puede decirse que en el continente los hombres hace por lo menos
tres o cuatro mil años ya lo habían conocido y poblado todo, las últimas
investigaciones antropológicas de nuestros cerritos de indios nos llevan a mas
de siete mil años de presencia humana en el territorio. Estamos en un
continente que no ha cesado en estos últimos quinientos años de recibir
aluviones poblacionales.
Desde el siglo XV los europeos se lanzan al mar en
oleadas, primero españoles y portugueses, luego ingleses, franceses y
holandeses, sobre América. Los españoles instalan y en gran parte se fusionan
con diversos pueblos existentes, dependiendo de la cohesión social de éstos, de
su organización y cultura, que sobrevivan parte de los elementos culturales de
los vencidos. Así pues, sobreviven costumbres, hábitos nutricionales y lenguas
a lo largo de tres o cuatro siglos, todo en la medida del lento doblamiento
original por parte de los españoles y portugueses.
La población que puede soportar un territorio
depende de las capacidades productivas del hombre. Así como el número de los
hombres recolectores estaba limitado a los recursos naturales del espacio
geográfico, el descubrimiento de la agricultura permitió acumular excedentes y
con ello hizo posible los grandes agrupamientos humanos, o civilizaciones.
Todas las civilizaciones son hijas de la agricultura y del dominio del agua de
grandes ríos que proveían no solo de sustento si no de vía de transporte. Por
ello las ciudades solían florecer en las desembocaduras de ríos o en deltas
formados por ellos. O, como sucedió en México, sobre un gran lago, fuente de
riego, comunicación y protección.
La agricultura europea fue asolada por las
invasiones bárbaras que destruyeron el Imperio Romano, reduciéndose la
población a pequeñas villas, los excedentes agrícolas eran muy menguados, los
campesinos reducidos a la servidumbre, los excedentes debían alimentar a la
clase militar en perpetua puja por los territorios. Militares y campesinos eran
las castas mayoritarias, luego un pequeño número de señores feudatarios, o sea
con derechos a la tierra, y los sacerdotes, que eran poco menos que esquirlas
del imperio romano aislados en sus reductos, conservando los vestigios de la
antigua cultura greco-latina, el idioma del muerto imperio, en medio de
multitud de pueblos nuevos. La lenta sedimentación de esas culturas y la
reelaboración del concepto de Europa, será obra del tiempo y de la Iglesia
Romana en el largo período medioeval.
La gran renovación
sobrevendrá con las invasiones árabes, la ocupación de casi toda la
península ibérica a partir del siglo VIII.d.c.
Los árabes introducen en Europa las artes agrícolas
de regadío, rotación de cultivos y nuevas especies alimenticias, también
aportan ciencias, astronomía, matemáticas y filosofía. Todo el saber de la antigüedad reviene sobre la península. Será ahí que se
produce la revolución agrícola, el renacimiento europeo en artes y culturas, y
también, el renacimiento de las ciudades gracias al aumento de los excedentes
agrícolas que las nuevas técnicas comenzaron a aportar. El contacto de los europeos con los árabes,
además de la invasión sobre Iberia, se produjo con las Cruzadas Cristianas en
la disputa por Jerusalen y la Tierra Santa, punto de contacto entre Asia, India
y Europa, razones profundas que animaban el diferendo religioso.
Del contacto entre los cruzados y los árabes se
produce el derrame cultural morisco sobre el resto del mediterráneo, Italia,
Francia y hasta Inglaterra participan de ese contacto militar-cultual, con lo
cual se benefician lentamente todos los pueblos de la región. Las artes de
riego y laboreo , el uso de los molinos de viento o hidráulicos, en fin, fueron cambiando la realidad demográfica
europea. No es casualidad de que sean España y Portugal los reinos en que se
desarrollan las artes de navegación, la astronomía y las matemáticas que
posibilitarían luego los grandes viajes interoceánicos. El Mediterráneo estaba infectado de piratas,
la mayoría moros, que habían desarrollado nuevas artes de navegación, nuevas
velas, en fin, será la brújula que los árabes introducen desde China la que
posibilita la navegación fuera de la vista de las costas.
Al culminar el siglo XV y comienzos del
siguiente, la población de Europa había
ya llegado a su nuevo punto de saturación, las legiones españolas que habían
desalojado a los moros tendrían, años seguidos, los nuevos territorios
descubiertos como escenario para la expansión. Y ha de ser así ya a partir del
segundo viaje de Colón, seguido inmediatamente por decenas de cruzadas
marítimas, algunas con decenas de navíos y miles de soldados, cientos de
caballos y aprestos para la invasión.
El designio español, una vez vistas la magnitud del
espacio que se ponía a disposición, fue la población. Entre 1492, momento de la
llegada de Colón, y 1530, se organiza el nuevo espacio político, ciudades
reconstruidas luego de la guerra de conquista, fundaciones nuevas , poblamiento
y comercio por doquier. Ya a fines del siglo XVI, la ciudad de Méjico contaba
con 120.000 habitantes, siendo mas importante que Sevilla y que Londres, del
otro lado del océano.
El comercio triangular que comienza a desarrollarse
en el siglo XVI, es el gran motor de la segunda explosión demográfica europea
del siglo XVII. El asunto era así: de los pocos productos perecederos que podían cruzar el océano y
llegar a destino eran harinas y azúcar. Los cultivos de ambos vegetales pronto
se expandieron , pero en la zona cálida del caribe fue la caña de azúcar el
energético humano de mas éxito. La destrucción por la guerra, explotación y
pestes de los pobladores caribeños, obligó a traer esclavos africanos. Ya este
comercio era regular en Europa y en Africa, su desvío hacia América fue solo
una cuestión de necesidad. Colón en su segundo viaje ya traía algunos esclavos
de servicio personal. Existía , la esclavitud por deudas o por derecho de
conquista en Europa en el siglo XV, no tenía nada que ver con la raza, era un
hecho económico y militar.
Debemos aquí hacer una discreción, para el buen
pensar, que la esclavitud es una institución humana que se origina con el
dominio masivo de la agricultura. Es la
agricultura la que requiere muchos brazos para generar los excedentes capaces
de sustentar a las castas urbanas. Las ciudades existen gracias a la
esclavitud, soldados y esclavos. Esclavos que construyen templos, caminos y
ciudades, cultivan campos e incluso, pueden brindar servicios intelectuales,
como lo hacían las clases dirigentes de los pueblos vencidos en la antigua
Grecia o Roma.
En la etapa preagrícola, recolectora o pastora, la
conquista de nuevos territorios suponía el aniquilamiento de los vencidos para
despejar la tierra, no había lugar para ellos. Lo vemos registrado hasta en el
comportamiento de los judíos en tierras de Cannan, hace cuatro mil años. La
guerra no se distinguía mucho de la caza en el neolítico, de ahí que diversas
formas de canibalismo sobrevivieron ritualmente aún luego de superada la etapa
recolectora. Muchos pueblos de América y África, en el siglo XV, se mantenían en la etapa recolectora. La abundancia de
recursos naturales y una cultura de restricción de la natalidad estricta, hacía
posible que pequeños grupos deambularan por el territorio en relativo
equilibrio con los recursos disponibles.
Pero, volvamos al comercio triangular. Este
consistía en llevar algunas manufacturas, en telas metal o vidrio a las costas
africanas y adquirir allí prisioneros de guerra tribales. El incremento del
tráfico aumentó los conflictos de las tribus costeras con las del interior del
continente empujados por la demanda y la mejora en sus recursos militares,
armamento, comprados a los europeos. Esos esclavos se vendían en los cultivares
azucareros. Luego se llevaba el azúcar refinado a Europa, el cual se trocaba
por mercancías, oro, armas,etc. Y el
ciclo se cerraba volviendo a comprar mas esclavos. Eran verdaderos viajes
circulares. Por eso digo un verdadero motor energético que servía para
alimentar a las masas urbanas crecientes en las ciudades donde los artesanos
comenzaban a organizarse en industrias, es el proceso de la pre revolución industrial.
Sin el azúcar y la harina de América no habría sido posible ese desarrollo
demográfico.
La tercer explosión demográfica se produce cuando
son introducidas en Europa especies vegetales americanas, por su orden de
importancia, papa, trigo y maní, entre multitud de otras hortalizas, pero
claves para la alimentación humana y animal .Esta revolución agrícola se da en
el siglo XVIII, en que da curso el comienzo de la revolución industrial.
Evolución de la población europea.
1578
63: 000.000 1661
108:000,000 1741 143:000.000
En medio de ese crecimiento también se da la
exportación de miles de personas que se derraman por todo el continente. A
partir de 1600 las colonias inglesas comienzan a crecer y con ello el flujo de
trigo y harina hacia Inglaterra. Así pues la evolución Inglesa se en los
siguientes números:
1600 5:000.000 1700 6:000.000 1750 6:500
Pero ha de tenerse en cuenta de que las colonias
inglesas en Norteamérica ya contaban con un millón de ingleses en 1750. O sea
que la población inglesa era7:500.000
El
comercio Atlántico crece a lo largo de los siglos y con ello se desarrollan las
artes de navegación. A la primitiva y elemental Carabela, que podía apenas
transportar un centenar de hombres y sus vituallas para mantenimiento de casi
tres meses de travesía, le sucederán al siglo siguiente, el XVI, el galeón,
barco de mayor porte y velamen, capaz de triplicar sus bodegas. Luego al siglo siguiente la
fragata revolucionaría el transporte, multiplicando no solo la capacidad sino
la velocidad.
Inglaterra
tendrá en 1801, en las vísperas de Trafalgar y de las Invasiones al Río de La
Plata, 10:500.000.
Luego
de la revolución de los transportes, introducción del vapor, en 1851 serán
20:800.000. Pero en América también crecía en la misma proporción la cantidad
de ingleses, tal que le harían vaticinar a B.Franklin *, que en un siglo la
mayor cantidad de ingleses estarían de este lado del mar. Y así fue.
AÑOS. 1750 1800
1850 1900 1950
ANGLOAMERICA 1:
6: 26:. 81: 174:
Millones de
habitantes.
La cuarta ola demográfica se produce en el siglo XIX con el
industrialismo, que al decir de uno de sus pensadores mas lúcidos y proféticos
:”
: "Por
eso las leyes que protegen contra las importaciones y promueven las exportaciones, de productos para ser
consumidos en mercados extranjeros, pueden ser llamadas leyes generadoras, que
por aumentar las riquezas del país exportador, incrementan los matrimonios.
Estas leyes fortalecen a un país doblemente, porque aumentan su propia
población y disminuyen la de sus vecinos."
Y los vecinos
somos nosotros, los ”castellanos” del sur.
El comercio
sustituirá a las guerras de conquista
mientras la nación inglesa crece. Llegado el momento esta población se
derramará por el continente, de costa a costa, amputando a Méjico la mitad de
su territorio, a Colombia Panamá, a Cuba Guantánamo, convirtiendo el caribe
en su "marenostrum". El canal
de Panamá se hará para unir el este con el oeste de Norteamérica ahorrándose el
largo y peligroso viaje al canal de Magallanes.
AÑOS 1750 1800 1850 1900 1950
EEUU 1.000 6.000 26.0000 81.000 174.000
A.LATINA.
12.000
19.000 33.000 63.000
174.000
Nótese que el
durante el siglo XIX en que América Latina se sume en la anarquía, se imponen
los modelo libre importador inglés, nuestro crecimiento se frena. Sólo se
recupera y alcanza a Norteamérica en el período en que transcurren las dos
guerras mundiales, se desarrollan los mercados internos, industrias
locales sustituyen importaciones.-
1995 EEUU : 263:437.000 más Canadá: 292:240.000
A.LATINA: 424:000.000
Es interesante
observar que en la mitad del siglo XX América
Latina alcanza demográficamente al Norte. No fue solo el industrialismo
generado en la primer mitad del siglo XX lo que permite a América Latina su recuperación demográfica respecto
al norte sajón. Influyen las mejoras en
las condiciones sanitarias urbanas, disminución de las tasas de mortalidad
infantil en las ciudades, aparición de los primeros antibióticos, en fin, una
disminución general de la mortalidad y un aumento de la longevidad.
Por otra
parte, en la segunda mitad del siglo XX se popularizan los anticonceptivos en
los Estados Unidos, cerrando el ciclo del “baby boom” generado por la segunda
guerra mundial. Estas técnicas de contención demográfica llegarán al sur a las
clases medias urbanas, generando en algunos puntos verdaderos desastres
demográficos, como en el caso de Uruguay. Si comparamos a nuestro vecino el
estado de Rio Grande do Sur, Brasil, con sus
282.605 km2 y sus 11:108000hab. , una densidad de 39hab/km2, contra 14 hab/km2 de Uruguay, podemos darnos cuenta
de lo vulnerable de nuestra situación. Y a partir de este hecho, comenzaremos a
analizarnos.
El estancamiento uruguayo
En la década
del 50, del siglo pasado, todos los analistas, desde Carlos Quijano a Enrique
Iglesias, historiadores y filósofos, como Alberto Methol Ferre, o Real de Azúa,
habían concluido que el Uruguay había cerrado un ciclo. El estancamiento
demográfico, económico y el agotamiento
del modelo de inserción internacional nos exponían a un tiempo de dificultades
sociales con graves consecuencias políticas. Y, todos los pronósticos y
análisis fueron corroborados por la realidad a partir de la década siguiente,
en el que el país, al no crecer comienza a reducirse. Todas las políticas
llevadas adelante en las décadas siguientes fueron de ajuste a la baja, menos
actividad, menos población, menos presupuesto, etc.
Ya en 1966, el
Cr. E. Iglesias exponía:”En primer lugar, la sociedad uruguaya, comunidad
pequeña, con una tasa de crecimiento demográfico excepcionalmente baja y por
consiguiente sometida a una peligrosa tendencia al envejecimiento, enfrenta el
problema del desarrollo con tres rasgos que en lo inmediato operan
negativamente:
-un acentuado conservatismo, que se
proyecta como una resistencia generalizada al cambio, y en lo político un freno
a la penetración de las jóvenes generaciones en el movimiento político.
-un excesivo
peso del ideal de seguridad dentro del
cuadro de valores sociales prevalecientes, que neutraliza los impulsos
dinámicos de muchos sextores de la comunidad.
-un excesivo
espíritu crítico con tendencia al pesimismo, lo cual crea actitudes negativas
para la acción y estimula en cambio, un exceso de dialéctica infecunda en
términos de progreso material, o una
resistencia de muchos grupos dirigentes a comprometerse con el futuro del país.
“Lo económico:
un progresivo estancamiento y pérdida de dinamismo.
Algunos
índices concretan la conclusión. a) En el
fondo de todos sus problemas, el país denuncia un estancamiento económico que
lleva ya una década. Por encima de las discrepancias de tipo estadístico que pueden observarse, es notorio
que la producción del año 1963 está por lo menos 12% más bajo que el año 1957.
En la estadística de la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas, este hecho
supone un deterioro de excepción.
b)El país,
además, está demostrando una gran incapacidad
para dar trabajo a su población en los últimos años. La desocupación
denunciada por el censo de pobalación del año 1963 alcanzaba a las 120.000
personas. Aún cuando tal cifra no corresponda a una exacta cuantificación del
desocupado total, indica una proporción muy elevada de la fuerza de trabajo no
aprovechada, y una tendencia marcada a resentir las oportunidades de empleo.”
Mas adelante
agrega, refiriéndose a “La empresa
estatal, principal empleadora, con 200.000 funcionarios públicos a su
cargo, 300.000 pasivos y el 23% de la inversión nacional, logra equilibrar sus
presupuestos”.
Y registremos
solamente los titulares de este análisis: ”El país invierte poco y también
invierte mal en cierta medida…un modelo de progreso económico y social se ha
agotado.”
Medio siglos
ha pasado. Todos los vaticinios, los peores pronósticos realizados se han
cumplido con exceso. Más de medio millón de emigrados, a lo cual ha de sumarse
sus descendientes en medio siglo de éxodo continuado, índices de pauperización
multiplicados, todo en el marco de un proceso de deterioro de la convivencia
que nos arrastraría década tras década, el pachecato con sus violentos crímenes y latrocinios, la
dictadura luego multiplicando los efectos con inexorable impunidad, fueron
manifestaciones desesperadas de una comunidad
agonizante.
En este medio
mientras tanto, como dice el tango, “sus ojos se cerraron y el mundo siguió andando.
India y China
se liberaron, y duplicaron su población. Pasó la Guerra de Vietnam y Rusia se
volvió capitalista… En las cercanías, Brasil hacía su revolución industrial
capitalista, apoyándose en Europa y jugando a nivel regional de gendarme de
Estados Unidos. Argentina agonizaba en
manos de una oligarquía sanguinaria empecinada en desmantelar los progresos
alcanzados durante la década peronista, 1945/1955. La dictadura militar mordió
el polvo en las Malvinas en 1982, producto de un mal cálculo: que sus crímenes
contra el pueblo argentino ameritaban a que los yanquis dejaran de ser
angloamericanos….Clamaron por “la doctrina Monroe”, como buenos cipayos, cuando
justamente, fue bajo esa doctrina que los yanquis apoyaron a los ingleses en la
toma de las Islas en 1827…”y el mundo siguió andando”: en este medio siglo la
población mundial se duplicó, pero además, cambió su eje.
Europa y Norteamérica, para desplazarse lentamente hacia China, Japón e India.
El modelo de
sociedad industrial que explotara hace dos siglos en Inglaterra, se reproduciría
en Asia, pero, a diferencia de lo acaecido con la revolución industrial
japonesa del siglo XIX, la revolución industrial China no podría ser destruida
militarmente. Es justamente este modelo de crecimiento demográfico generado por
la revolución industrial, el cual generará la creciente demanda de energía y
alimentos con que se abre el siglo XXI.
En este
entorno de explosión demográfica
América queda geográficamente
centralizada, una Eurasia superpoblada,
al igual que África, y las últimas
reservas de tierras templadas vacías
y desorganizadas políticamente. Porque
eso es lo que somos hoy los Rioplatenses, Argentinos, Paraguayos y Uruguayos, tierras baldías, sin proyecto
geopolítico propio, a las cuales pueden imponerse cualquier destino por parte
de intereses extraños a los pueblos que las habitan. Y eso es lo que nos diferencia
a castellanos de portugueses o brasileros, es que ellos sí .Su crecimiento se
hizo sobre tierras originalmente castellanas ,aprovechando el proceso de
descomposición política del imperio español a partir del siglo XVIII.
Así pues, de
la vaquería inglesa pasamos a formar parte de la plataforma para los
agronegocios, forestales o graneleros. Nuestras tierras pueden ser destinadas a
satisfacer los requerimientos, indirectos, de proteínas animales para la
ganadería europea o asiática, o para producir aceites y alcoholes combustibles
para sus máquinas. Todo ello en medio de una estructura productiva altamente
mecanizada, que reduce al mínimo la participación humana local. Los
agronegocios, sean forestales o sean graneleros, tienen como efecto inmediato la
expulsión de habitantes del territorio, por dos vías: la directa en sí, porque
los cultivos industriales mecanizados minimizan los recursos humanos locales.
Segundo, su alta productividad tiende a
acaparar los recursos suelo, encareciendo los suministros alimenticios de las
poblaciones urbanas, dificultando las condiciones de vida, por lo tanto, de no
controlarse su expansión, el territorio perderá capacidad nutriente para la
mayoría de la población, los alimentos serán escasos y caros, muchos han de soportar
elevados fletes o ser directamente importados, con lo cual sólo podrán estar al
alcance de muy poca gente.
Por otra parte
una de las características de los agronegocios es el carácter monopólico de su
comercialización internacional. Así las pasteras de celulosa forman un circuito
cerrado de comercialización con sus factorías, controlan las cadenas de fletes,
servicios de seguros, etc. Lo mismo sucede con los granos en los que dominan
oligopolios de comercialización tanto en
semillas, fertilizantes como en
canales de comercialización exterior. Se repite el modelo impuesto por
los ingleses para la producción local de carne o lana en el siglo XIX, que
controlaban toda la cadena desde la portera de la estancia en delante, y aún
eran los proveedores exclusivos de los insumos físicos, alambrados
herramientas, y de los biológicos,
reproductores y medicinas. Con el agravante de que este proceso está
automatizado y los requerimientos locales de mano de obra son mínimos y
descalificados. El país queda reducido a un embarcadero semiautomático. Es un
modelo expulsivo.
Pero este modelo ha generado instintivas resistencias a nivel regional. Para el caso
en Argentina, la resistencia al modelo expulsivo se llama detracciones a las
exportaciones. Es en este punto que se está librando entre nuestros vecinos y
hermanos la gran guerra de la independencia. Digamos que la última batalla por
la permanencia en el territorio de cuarenta millones de latinoamericanos. Porque el minúsculo sector directamente comprometido en estos
agronegocios son un diez por ciento de los residentes en el territorio. Los
otros treinta y cinco millones son excedentarios a largo plazo de consolidarse
este modelo.
Entre tanto
Uruguay sigue discutiendo sus viejos e irresueltos dilemas que hace medio siglo
largo tiene planteados. Sólo que hoy estamos mas envejecidos y despoblados en
relación a nuestros vecinos que cuando estos asuntos se empezaron a
diagnosticar.
Se ha dicho,
por parte de nuestro Pepe como de otros estudiosos, que nuestro drama fue el
“haber llegado tarde a la revolución
industrial”. Es una disculpa inverosímil. Nosotros a comienzos del siglo XIX éramos contemporáneos del fenómeno denominado
revolución industrial. Países mas rezagados que América castellana, Japón, permanecía en estadio feudal a mediados de ese
siglo, y pudo saltar, a partir de
1870, a ser un estado industrial, chocando inmediatamente con los intereses
colonialistas ingleses y
norteamericanos en Asia.
El problema
nuestro fue que, inconquistables militarmente por las potencias industriales
emergentes, Inglaterra y Francia, los intereses crecientes del comercio clandestino
toman los puertos, con apoyo inglés, al tiempo de las guerras napoleónicas y la
subsiguiente ocupación de la península por los franceses. O sea que lo que
malamente se denomina “revolución de mayo”, no fue otra cosa que el asalto del
Cabildo por parte de los contrabandistas del puerto. Que ese asalto fue
resistido masivamente por parte de
amplios sectores de la población y de la actividad económica local lo
prueba la larga guerra civil, la
inestabilidad política dominante a lo largo del siglo, las recurrentes
intervenciones extranjeras en apoyo al sector agroexportador que se sucedieron,
recordemos: la invasión lusobritánica contra Artigas y su brote federal entre los años 1816/20. La
guerra contra el Brasil 1825/1830. La denominada Guerra Grande, la intervención francesa primero y
anglo-francesa luego, en nombre del “libre comercio” y la internacionalización
de los ríos interiores. La derrota del proyecto federal de Rosas en 1852 y la
Guerra de la Triple Alianza, con la cual
queda sellado nuestro destino de proveedores de Inglaterra hasta el fin de la
segunda guerra mundial.
Nuestro
problema no fue el llegar tarde, fue la captación de nuestras clases portuarias
para el servicio de las industrias europeas. Nuestro desarrollo interno fue
bloqueado por las oligarquías abroqueladas en los puertos de Buenos Aires y Montevideo que colonizaron,
en medianería con las potencias europeas, el interior continental. Las
intervenciones, que habían unido a los pueblos en la lucha por su
independencia, desaparecen, son
remplazadas por las levas mercenarias
de los agentes del puerto. La guerra de conquista se disimula como
guerra civil o de partidos., pero en Uruguay, sólo en Uruguay, el partido
colonizador logra no solo vencer sino
convencer a los vencidos de las virtudes de nuestra asociación con Inglaterra.
De ahí que de la generación de los vencidos, sea Luis A. de Herrera el que
publique toda la documentación posible del archivo de Lord Ponsomby, “padre
putativo” de la patria, cuyo retrato de cuerpo entero, luciría nuestra
cancillería con orgullo durante medio siglo.
Los setenta
años de uruguayés, 1875 a 1970, los
últimos veinte en pleno proceso de descomposición social, llegaron a su fin hace cuatro
décadas, pero aún seguimos amortajados.
Y, como ya
todo había sido dicho, pero a la derrota, a la
infamia, se suma blasfemia histórica. Nos han hecho olvidar lo que
habíamos empezado a recobrar antes de perder la libertad: nuestra memoria como
latinoamericanos. Nuestra raigambre artiguista y federal. Y es por eso que,
pese al entorno regional favorable, una latinidad que despierta, no logramos
dar con acierto pasos hacia la integración regional.
Y, recapitulando,
veamos lo que nos decía Methol Ferré en
las hojas de Marcha en el año 1967:”Y aquí volvemos a nuestro punto de partida.
Al Uruguay mismo como problema. Los supuestos de nuestra vieja política
internacional se han evaporado: el Imperio Inglés ha sido sustituido por el
Yanqui, el viejo Uruguay agropecuario, extravertido y agotado, ya no permite el
cada uno en su casa, y tiene que abrirse a sus vecindades latinoamericanas.
Para el Uruguay interiorizarse es latinoamericanizarse. Nuestra política nacional
será ir más allá del Uruguay para salvar al Uruguay en el sentido de su propia
historia. Si Ponsomby ha muerto, nos queda Artigas. Pero examinemos más de
cerca las nuevas hipótesis, algunas, que nos impone la nueva situación del
país, para ver lo vivo y lo muerto de lo
recibido. El Nirvana es para los que salen, o se detienen, en la historia. No
lo queremos para nosotros.”
Si ser radical
es buscarle las raíces a los problemas, el desarrollar un pensamiento
progresivo natural, de las raíces a la copa, viendo las bifurcaciones que el
crecimiento impone a los pueblos y las sociedades, con sus nudos, sus tumores,
sus ramas podridas, pero también, con sus retoños, sus ramas nuevas en eterna
búsqueda de la luz y de la vida, somos radicales.
Buscaremos en
nuestras propias experiencias, en nuestras raíces culturales, para la
interpretación de la realidad,
innovando, creando formas de acuerdo a nuestras necesidades. Ningún
preconcepto, propaganda o sistema filosófico, nos debe amedrentar, ni siquiera
distraer, porque hasta para crear, para ser originales, “nada podemos esperar
sino de nosotros mismos”.
“¿Dónde iremos
a buscar modelos? La América Latina es original. Original, han de ser sus
Instituciones y su gobierno. Y originales los medios defundar unas y otro. O
INVENTAMOS O ERRAMOS.” Simón Rodríguez (preceptor de Simón Bolívar)
La América mestiza en el siglo XXI.
China ha
demostrado que su experiencia colectiva, su cultura, ha podido manejar todos
los intentos colonizadores, que desde que los europeos circunvalaron el mundo
crearon. La gran ofensiva europea contra China se da en tiempos de la expansión
inglesa, su conquista de la India y sus éxitos en el entorno insular del
continente chino.
Se lanzan los
anglosajones unidos, Inglaterra y los EEUU
e imponen una serie de
Tratados
comerciales que, luego, serían denominados genéricamente, “tratados desiguales”.
Por los mismos lograban asentamientos territoriales, caso de Hong Kong,
tratamiento especial a sus ciudadanos, introducción de sus cultos y lo principal
imponer sus mercancías y la libre extracción de oro. Para enriquecerse y para
doblegar al gigante chino minando a su
población, se les impone el libre comercio del opio que los ingleses cultivaban
en India, por lo que estas guerras, se denominaron “guerras del opio”, la
primera 1839-42. En esos mismos años se
encontraban, por los mismos motivos, en otro frente, el Río de La Plata. Es el
tiempo de la intervención anglo-francesa contra las Provincias Unidas y el
Uruguay, lo que la historia oficial denomina “guerra grande”.
La conquista
comercial fue el mecanismo colonizador de estas naciones piratas enfrentadas a
grandes grupos humanos que contaban con una organización social igual o
superior en algunos términos a la europea.
Los chinos
fueron colonizados, como los japoneses, coreanos y vietnamitas, durante el
siglo XIX y estos tratados impuestos hasta que se produce la revolución
industrial japonesa y será Japón el que intentará imponer similares tratados
entre sus vecinos. En el marco de la segunda guerra mundial se desarrolla al
guerra civil china, la guerra chino-japonesa termina permitiendo, al ser
derrotado el Japón por las fuerzas norteamericanas, la definitiva independencia de China. Aunque el
enclave de Hong Kong y la Isla de Formosa continuarán bajo control inglés el
primero, y norteamericano el segundo con
el apelativo de China Nacionalista, luego de que la contienda civil entre los
seguidores de Mao y los de Chiang Kai Shek Se, dejara el continente despejado
para el primero.
Es la revolución
socialista de Mao la que posibilita la revolución industrial china.
Los Chinos
adoptan las doctrinas marxistas europeas como el instrumento de guerra
anticolonial, una ideología que ya tenía sus mentores en la revolución
bolchevique y que sirvió para organizar al pueblo alrededor de sus conductores.
Está demás decir que en China no había “burguesía”, era un país
mayoritariamente campesino, con buen desarrollo de sus artesanías y pequeñas
industrias que satisfacían los consumos familiares y locales. La poca que
había, fue corrompida por el
colonialismo, eran los conglomerados colonizados por los ingleses y
norteamericanos en sus factorías de la costa, sus comerciantes introductores de
mercancías y opio que tuvieron que ser aniquilados implacablemente a medida que
los seguidores de Mao se posesionaban en el territorio. Los que sobrevivieron
se instalaron en la isla de Formosa o emigraron a diversos continentes.
Lo que sucedió
tras el triunfo de la revolución maoísta
luego de la guerra mundial es archiconocido, vino el cerco y el aislamiento de
China a nivel mundial. Hasta 1974 esos mil millones de seres humanos no
existían para las N.U. Fue ahí que los imperialistas decidieron cambiar de política, reconocer el hecho y
empezar a ver como “entrarle por las buenas”. Los chinos vieron la jugada,
pusieron a prueba su experiencia, sus cinco milenios de civilización, se prepararon para devolver la
jugada. Tomar la apertura como una forma de acortar la distancia tecnológica y reforzar
la alimentación de sus crecientes masas urbanas. De esta forma accedieron al continente americano principal
fuente de recursos alimenticios y energéticos del plantea, que asta ese momento
estaban colonizados mercantilmente desde el siglo anterior. Desarrollaron su
marina mercante y expandieron sus redes comerciales. La inmensa diáspora china
comenzó a jugar un papel importante, al punto de que muchos profesionales y
científicos, así como empresarios de esa nacionalidad fueron también un capital
humano con el que contaron, al punto de que los EEUU pusieron bajo vigilancia a
los científicos y técnicos chino-americanos, inclusive negándoles los
pasaportes para salir del país ante la eventualidad de que volvieran a su país
contribuyendo a la tan temida revolución tecnológica china. El juego chino consistió y consiste, utilizar
la ambición mercantil de las multinacionales que se sienten acotadas en su
expansión por la saturación de sus mercados tradicionales y que comienzan a ser
protagonistas de una crisis mundial de reparto, donde poner fin al “estado de
bienestar”, altos salarios y gran consumo comienza a ser una prioridad. De esta
forma las multinacionales acceden a un país donde la mano de obra es muy barata en comparación con los estándares euro-norteamericanos.
Radicar empresas y aumentar la competitividad mundial abaratando las
manufacturas.
Nos los patos de la boda.
¿Pero quiénes
son las víctimas de este proceso? Bien en principio el gran granero del mundo,
América Latina. Es sacrificando al desarrollo industrial de Sudamérica que se
cierra el ciclo. En principio las producciones chinas dinamizadas por las
inversiones multinacionales le dan a
China medios de cambio con el mundo. Inundan los mercados con productos de bajo
precio y se apoderan rápidamente de los mercados locales latinoamericanos. Las
políticas neoliberales impuestas por las dictaduras y sus continuadores
civiles, destruyeron las industrias locales básicas, las filiales
multinacionales se retiran, para el caso
nuestro, se cierra el complejo industrial de General Electric, se reducen las
plantas de refrescos, etc. De todas formas sus matrices siguen repatriando
dividendos de Asia punto de procedencia de las importaciones. Muchas filiales
de industria liviana localizadas al fin de la segunda guerra en Latinoamérica
tuvieron como objetivo aprovechar las políticas proteccionistas locales, los
mercados creados localmente, y desde el interior de los países destruir a los
competidores locales quedándose con los mercados hasta que, en la ola liberal, les resultó mas conveniente cerrar las
plantas e importar sus productos desde factorías asiáticas.
Uno de los
objetivos de la industrialización fue el aumentar la población del mundo
anglosajón, tal como lo previó uno de sus ideólogos fundacionales, Benjamín
Franklin a mediados del siglo XVIII.”Lujos importados y las manufacturas
innecesarias importadas y usadas en una nación, por la misma razón que aumentan
la población de la nación que las proveen, hacen disminuir la población de la
nación que las consume. Por eso las leyes que protegen contra esas
importaciones y promueven las exportaciones de productos para ser consumidos en
países extranjeros, pueden ser llamadas leyes
generadoras porque al aumentar
las riquezas del país exportador, incrementan los matrimonios y la población. Esas
leyes fortalecen a un país doblemente, porque aumentan su propia población y
disminuyen la de sus vecinos.”*
Este es el
secreto del éxito demográfico del industrialismo allí donde se dio.
Como grandes
estrategas y desarrolladores de las artes marciales, aprendieron a utilizar la
fuerza del contrario en su propio beneficio. De forma de que las
multinacionales movidas por la ambición solo vieron en China una masa de
siervos baratos. A medida de que se iban adentrando en la sociedad con el gobierno
chino, porque todas las negociaciones partieron de que el interlocutor era el
gobierno, ya no serían las del siglo anterior, los consabidos “tratados
desiguales”.(que luego se conocerían en América con diversas siglas como
“tratados de libre comercio”) Los gobernantes
chinos supieron imponer sus condiciones, a saber: aporte tecnológico.
Acceso a los mercados ilimitado.
Esto
posibilito al pueblo chino su capacitación, el acceso a prácticas comerciales,
a enlaces en los diversos puntos de destino de sus productos, al traspaso de
tecnología, en fin, a poco de andar comenzaron a desarrollar tecnología propia,
a ingresar en el terreno de las innovaciones y de las patentes, a copiar y
negociar, en fin, a medida de que iban mejorando sus capacidades iban imponiendo
nuevas condiciones en los acuerdos con las multinacionales. Por otra parte, se
cuidaron en convertirse en los grandes compradores de bonos del tesoro de los
EEUU, de tal forma de que con el tiempo se convirtieron en el mayor acreedor de
la gran potencia militar. Pero, por otra parte, esa política de las
multinacionales en búsqueda de esclavos, los llevó a cerrar plantas en todas
las Américas, incluso la del norte, generando también desocupación y con ello
abatiendo en gran medida el costo de la mano de obra norteamericana. Lo mismo
se repite en Europa. Es decir, fueron por lana y volvieron trasquilados. Porque
a esta altura de la historia las empresas multinacionales no responden a las
directivas de sus estados matrices, por el contrario, estos estados están
colonizados por los agentes de estas empresas. Son estas las que controlan la
opinión pública dominando los medios. Son las financian a los partidos
políticos y catapultan a sus tecnócratas a los puntos clave del estado.
Pero esto
ocurre en un momento en el que los EEUU comienzan a ser colonizados por el
sistema financiero, las organizaciones de especuladores de las bolsas,
principalmente las que operan en Wall Street.
De esta forma se comienza a generar un sistema de especulación que
envenena al sistema capitalista, al punto de que se dispara una especulación
inmobiliaria en los países centrales y una especulación en valores de los
llamados “comodities”**, o sea productos primarios, granos, petróleo, etc, esto
determina que, al empuje de la demanda China, una espiral inflacionaria
internacional genera mas movimientos
virtuales de granos que los realmente existentes, son las especulaciones en
base a precios a futuro en que se juegan las cosechas de granos, lanas, petróleo fijando de esta forma constantes precios al
alza . Este fenómeno comienza a ser fatal en los ramos inmobiliarios donde lo
que se reproducen no son las cosechas sino las hipotecas, de tal forma de que los valores hipotecarios pronto
superan a los reales, generando lo que se llamó “burbujas inmobiliarias”, en
este juego ya no a cargo de las bolsas sino de los bancos, lleva a la gran
crisis del 2008 de la cual no se repone el mundo central.
En medio de
esta situación Norteamérica es llevada por los loobys israelitas a una espiral
de conflictos con el mundo árabe, guerras absurdas como la de Irak ,Libia,
Afganistan y los conflictos con Iran, Siria o Ejipto, les absorbe el
presupuesto dejando al país al borde de la quiebra, aplastados por la industria
militar, la mercenarización de sus fuerzas, el elevado costo de los servicios
militares mercenarios los encamina al fin de la república. Los EEUU dejan de
tener unas fuerzas armadas basadas en el ejercito ciudadano, como hasta la
última guerra mundial, sino que sus intereses alrededor del mundo están
mercerizados, grandes empresas asociadas a complejos industriales bélicos, se
hacen cargo de la guerra. Se acabó el
servicio militar obligatorio, la república defendida por sus propios
ciudadanos. Un proceso semejante al acontecido al imperio romano donde las
fronteras eran defendidas por los mercenarios extranjeros, con lo que pronto se
vieron enfrentados a los efectos del poder militar revertido sobre su propio
pueblo.
Hoy el senado
norteamericano está en manos de los grupos de presión sionistas y de los
agentes de los magnates de la industria bélica asociada a las empresas de
seguridad que tienen mas efectivos a su cargo que el ejército regular del
estado. Es el sumun del liberalismo, la
privatización de la guerra.
En medio de
este diseño mundial es que se lleva adelante el proceso globalizador nos
encontramos los latinoamericanos, la nación inconclusa.
Por un lado
estamos parados, no quiere decir que seamos los dueños, sobre un rico
continente, reserva de agua, de recursos naturales y disponibilidades de buenas
tierras en las mejores latitudes del planeta, o sea, abundancia de energía
solar, básica para la vida.
La imposición
de políticas neoliberales a partir de la década de los setenta, con sus
dictaduras desmanteladoras del aparato industrial, nos trajo el colapso del año
20001/2.
Como consecuencia de esta catástrofe caen en
descrédito los operadores políticos que
instrumentaron estas políticas, dejando abierto el camino a un recambio
de la intelligentzia americana. Son los tiempos de la llegada de Néstor, Tabaré
y Lula a sus respectivos países. Es en esas condiciones que la demanda de
granos por parte de China comienza a cambiar las relaciones comerciales de la
región.
Dentro de un
sistema capitalista colonizado, como es nuestro caso, donde los mecanismos del
comercio exterior, están en manos de grupos extranjeros o de criollos
mancomunados con éstos, se desarrolla el boom de los agronegocios, donde priman
los intereses de las multinacionales que dominan las patentes e insumos ,caso
de Monsanto.
Adviene un
tiempo en el que se revierten los términos de intercambio, si los comparamos
con las décadas anteriores. Con ello un aluvión de manufacturas Chinas y de otros países
asiáticos, copan nuestros mercados terminando de liquidar lo poco de nuestra
industria local que sobreviviera a la ola
neoliberal de los años setenta al noventa. Pero esta situación se da en
momentos en que , tras el derrumbe de los partidos tradicionales, se posibilita
la capitalización, inversión en infraestructuras que no se habían realizado en
décadas, reapertura del crédito inmobiliario y de consumo, crecimiento de las
industrias , la mayor parte extranjeras de filiales en crisis en la metrópoli,
caso de GM, que comienzan a crecer absorbiendo gran parte de los recursos que
la prosperidad que el derrame de la renta portuaria genera. De esta forma China
se convierte en el gran proveedor de manufacturas. Allí donde no hay
manufacturas de porte, por ejemplo automotores, serán las multinacionales las
que llenarán el vacío . Este detalle hace que gran parte de los frutos de esa
prosperidad agrícola se desvíen a las casas matrices de Europa o
Norteamérica. De tal forma que esto
desvía la atención del imperio de estas regiones volcadas totalmente al
intercambio con China que sustituye a Europa y Norteamérica en el intercambio comercial regional.
Nuestra
balanza comercial con China se convierte pronto en negativa, pese a nuestra
gran producción granelera. China pasa a ser el gran proveedor y, en algunos
casos, como el Argentino, la gran fuente de crédito para inversiones de monta,
caso de ferrocarriles, los cuales van a ser reconstruidos con fondos aportados
por el banco nacional de China, unos diez mil millones de dólares en créditos
blandos y de largo plazo.
Las
oligarquías mercantiles y agroexportadoras, fundadoras de nuestras relaciones
coloniales durante dos siglos, forman parte de este nuevo circuito comercial
del Pacífico.
Todo esto nos
trae una serie de problemas .1. Revalorización de la tierra y cambio de su
destino productivo.
2.
Encarecimiento de los alimentos exportables en el mercado interno frente a
demanda exportadora.
3.Creciente
incidencia de los agronegocios en el manejo del territorio. Cambio de destino
de tierras de cultivo de alimentos para el mercado interno y para la
exportación. Los grandes cultivos, soya, eucaliptus en competencia con la
lechería o la granja, principales proveedores del mercado interno.
4.Disputa por
la tierra y su encarecimiento. Extranjerización de la tierra.
Este proceso
genera un nuevo empuje del desarrollo hacia afuera, como en el siglo XIX en
tiempos del imperio británico. La diferencia está en que la cadena de
extracción, campo, transporte, bodegas seguros, estaba en las mismas manos, los
británicos, que controlaban toda la cadena, dejando a los criollos las de bajo
valor agregado, peones y pequeños empresarios, administración de las
republiquetas portuarias y una reducida oligarquía terrateniente o barraquera,
que devolvía a la metrópoli sus excedentes en forma de consumos suntuarios y viajes,
cuando no, alegremente al capital inglés
en emprendimientos locales. Pero hoy la cadena extractiva se encuentra extranjerizada,
pero no por la nación industrial
proveedora, sino por empresas europeas o norteamericanas. Baste ver el sistema
granelero, controlado por acopiadores como Bunge y Born, y fundado en la
dependencia de semillas, insumos y herramientas por Monsanto. La participación
de la oligarquía local parasitaria en esta cadena es pequeña en comparación a
las exportaciones de capital por concepto de patentes, agroquímicos, equipos,
que la tarea requiere, con alta mecanización y escasa participación de
población local. La automatización portuaria a reducido también la
participación de mano de obra en la
extracción de frutos del país.
Todos estos cambios, así como la prosperidad
que los nuevos precios internacionales generan en la población, dependen de un
solo elemento: las buenas relaciones de China con la gran potencia militar del
mundo, los EEUU. Esta gran potencia se encuentra con un sistema financiero
agotado, con su industria en recesión, con creciente desocupación y gran
agitación social interna.
En otros
tiempos, caso de la gran crisis de 1930, que duraría más de una década, ésta se solucionó al
estallar la segunda guerra mundial que permitió mandar al frente parte de los
desocupados y convertir en proveedores del conflicto a la industria, con lo que
lograron terminar con la crisis de ocupación.
Pero en estos
momentos no es fácil, no imposible, generar un conflicto de esas características,
por algunas razones: Cambios en la tecnología bélica que limitan el uso masivo
de personas, la guerra es un asunto de robots y aviones teledirigidos.
Por otra parte
ya hay una saturación de productos
bélicos hechos a demanda de los conflictos periféricos del imperio atendidos
por sociedades anónimas militares, contratistas de guerra, que reclutan
efectivos en todo el mundo.
Que la
eventualidad de un conflicto con Asia no generaría más que perjuicios a los
países proveedores de China, o sea Latinoamérica, creando en la región una
crisis de consecuencias semejantes a la de los años 30 o 2001-2, al cerrarse el
camino al Pacífico para los granos y otros
productos, cundiría la desocupación, los embargos y las quiebras
generalizadas en todos los estados de la región.
Entraríamos en
cesación de pagos, nuestros títulos de deuda se desplomarían, el país se
enfrentaría al bloqueo internacional de sus cuentas de reserva. La consecuencia
inmediata interna de estos fenómenos será una gran desocupación, el abatimiento
de los ingresos de los asalariados una revalorización del dólar, o sea una devaluación
que reduzca los costos internos en dólares para la clase exportadora en crisis.
El cese del flujo comercial con China nos dejaría sin suministros industriales,
ni insumos para el mantenimiento de los sistemas electrónicos de ese origen.
Caeríamos postrados a los pies de Tío Sam llevados del brazo punitivo de
nuestras oligarquías exportadoras.
O, en caso de poder resistir los embates
internos con dignidad y resolución, tras un breve momento de desabastecimiento,
los latinoamericanos volveríamos a intentar sustituir esas importaciones,
empezando por las de baja tecnología, como es el caso de las que cubren
necesidades básicas de vestido y calzado, pero eso contando con los elementos
industriales existentes, puesto que nuestros medios de pagos al exterior van a
estar limitados, incluso para satisfacer la cuenta petrolera.
Como
consecuencia de esta situación sobrevendrían guerras civiles por el reparto de
los recursos y por la rebelión de los declarados excedentarios por el sistema
agro-exportador en crisis. Los gobiernos dejarían de percibir sus impuestos y
con ello se encontrarían imposibilitados de pagar sus burocracias y todo
el aparato colonial se viene al piso.
El único
ganador de una situación como esta son los EEUU. Los cuales quedan dueños de la
situación. Toda América podría verse en la situación del Uruguay y todos los
gobernantes en el papel de pordioseros a que se viera obligado Jorge Batlle. Y
esto agravado por la creciente concentración del sistema financiero, la
bancarización de la economía, que sumiría a todos los países en la cesación de
pagos interna y externa.
Toda esta
calamidad potencial en ciernes podrá ser menos dañina si estamos fuertemente
integrados al entorno, si nos respaldamos en los focos industriales regionales
y nos planteamos ser parte complementaria en la región y no, como hasta ahora,
zona franca y paraíso fiscal para los cacos de la región.
Como
continente tenemos todas las de ganar si nos concentramos en nuestros recursos
humanos y materiales. Un colapso industrial en un país que debe su alimentación
al intercambio externo representa una
hambruna en puerta. Pero para los sudamericanos eso solo representa una crisis
de bienes y el colapso de algunos servicios, restricciones en algunos rubros,
pero todo transitorio en la medida de que existen en el continente los medios
para remediar. Los alimentos básicos para la población, los recursos hídricos y
energéticos , todo ello está al alcance de la mano. La crisis de reparto puede
ser cruenta en la medida de que los aparatos del estado estén en manos de la
clase exportadora adaptada a la extracción de materias primas y alimentos, de
ahí que para sortear una crisis de este tipo, digamos portuaria, se ha de requerir
la presencia organizada de los otros actores sociales, que hacen al mercado
interno en cada país.
Es en estas
circunstancias de potencial crisis mundial que la integración se hace
imprescindible. Si el sector exportador representado por los partidos
neoliberales se encontraran en el poder al momento de la crisis, la respuesta
oligárquica no puede dejar de ser violenta, porque estos serían los sectores
mas afectados, buscarían trasladar los efectos de la crisis al interior de los
países como lo han hecho ya en cada oportunidad en que colapsa el mercado
internacional.
De no
encontrarnos preparados para la contingencia, los sectores oligárquicos
buscarán respaldarse en el patrón de la crisis, Norteamérica, forzando la
virtual anexión del continente, ligándonos con “tratados de libre comercio”,
encubridores de un nuevo mercantilismo monopólico. Y la aplicación de todas las
recetas recesivas destinadas a reducir nuestra población a la mínima expresión,
por las guerras civiles y el hambre, lograrán hacerse de “espacio vital”, reserva para los siglos por venir.
Resumen.
Los americanos
del sur estamos en condición insular respecto a la “gran isla mundial”,
euroasia. Somos la última reserva de alimentos y tierras fértiles del planeta.
Colonizados por latinos peninsulares en el siglo XV y XVI, somos un continente
mestizo porque el catolicismo no era una religión racista y gran parte de
nuestro pasado prehispánico sobrevivió en gente y cultura.
La quiebra del
sistema indoamericano en el siglo XVIII nos expuso a continuas invasiones y
actos de piratería por parte de las potencias europeas emergentes, Inglaterra, Francia
y Holanda. Pero por el volumen de nuestro ser social y territorial, no pudieron
conquistarnos, solo lograron parasitarnos mediante el comercio, captando a las
oligarquías costeras, en los puntos de embarque, los puertos. A partir del
siglo XIX la lucha entre esas oligarquías portuarias y sus patrocinadores las
potencias industriales europeas, nos consume la anarquía y las guerras civiles.
Nuestro crecimiento demográfico se detiene y solo se recupera debido al aluvión
inmigratorio que viene a sustituir a la población amerindia agotada en la
resistencia a esa nueva colonización.
Puede
observarse el proceso en los siguientes
números ya expuestos anteriormente:
AÑOS 1750 1800 1850 1900 1950
EEUU 1.000 6.000 26.0000 81.000 174.000
A.LATINA.
12.000
19.000 33.000 63.000
174.000
La
recuperación demográfica del siglo XX tiene como origen dos causas
fundamentales:
Proceso de
industrialización creciente a partir del último cuarto de siglo XIX producto de
las crisis europeas, guerras de franco prusiana
de 1870, primera guerra mundial 1914-1918, crisis de los años 30 y
segunda guerra mundial 1939-45. Otro
factor de gran importancia, ya a nivel mundial, adelantos técnicos que
mejoraron la salud pública, sistemas de vacunación, higiene mediante insecticidas y antibióticos que
abatieron la mortalidad mundial. Revolución agrícola, aplicación masiva de
plaguicidas, abonos químicos y mecanización de la agricultura por la
introducción de nuevas variedades
hibridas. Todos estos factores generan la explosión demográfica del
siglo“XX, con la duplicación de la población mundial en menos de medio siglo.
América latina, como todo el denominado “tercer mundo” participa de este
crecimiento, en parte a su acceso a su propio desarrollo industrial, que
convoca a la emigración hacia las ciudades. Pero es en las ciudades donde
primero impactan las mejoras sanitarias y ambientales. En efecto en las
poblaciones la natalidad estaba adaptada a compensar la elevada morbilidad y
mortalidad que generaba el sistema colonial. Pero la mejora ambiental precede y es más rápida,
que los hábitos sociales. El proceso de captación de las poblaciones a las
rutinas de la sociedad industrial, a estilos de vida de clases medias urbanas,
que masifican el control de natalidad, tal como
luego de dos siglos, pudo comprobarse ocurre en las sociedades
posindustriales, de servicios, con amplia expansión de las clases medias. Ese
proceso de clase- mediatización urbana vendrá
al final del último tercio del siglo XX, cuando comienzan a disminuir
las tasas de natalidad urbanas. Pero a
todo este proceso demográfico continental hemos estado ausentes desde mediados
del siglo XX, en que nos estancamos, generando un vacío demográfico de alta
peligrosidad en las mejores tierras del sur. Para ejemplo el estado de Río
Grande, cuenta con algo más de 281mil Km cuadrados y mas de diez millones de
habitantes una densidad de 39 hab./Km2.
Uruguay , con
176mil Km2 cuenta con una población que ronda en 3.000.000 ,densidad de
18hab./km2. A lo que debemos agregar un marcado envejecimiento demográfico.
La solución
para el Uruguay es su práctica dilución en el seno de sus vecinos mediante para
equilibrar su densidad demográfica y rejuvenecer su población. Para ello se
requiere de políticas de poblamiento activas, mirando hacia adentro del
continente, fundamentalmente con sus vecinos. De lo contrario el poblamiento ha
de venir de fuera. Nos llenaremos de jubilados europeos, japoneses o de
cualquier punto del mundo rico, agravando nuestro destino de geriátrico
regional. O esperamos que una transacción internacional nos adjudique
arbitrariamente algún excedente de población expulsada de algún lado, con las
dificultades de asimilación y adaptación que esos procesos significan cuando se
producen en un país de baja dinámica social, envejecido al punto de no contar,
como a comienzos del siglo XX, con abundante juventud capaz de mezclarse con
los inmigrantes que en aquel momento eran fundamentalmente jóvenes varones
europeos. Diferente panorama se abre cuando se reciben grupos cerrados, familias,
que llegan expulsadas de sus países. En ese caso se requiere gran cohesión
cultural y esfuerzo para lograr la rápida integración de los arribados y, sobre
todo, la de su prole, que es lo que importa al crecimiento de la nación en el
conjunto de sus capacidades productivas y creativas e futuro.
*Benjamín
Franklin.Autobiografia.” Apuntes concernientes al desarrollo nacional y a la
riqueza de las naciones”.(1769)
** El valor
según B.F.”
“6-Las
manufacturas son otra forma en la que muchas provisiones y medios de vida se
transforman, y son iguales en valor a las manufacturas producidas. Esto aparece
desde que la manufactura de hecho obtenida de los trabajadores por su labor, es
mayor que lo que se necesita para su mera subsistencia, incluyendo
alimentación, combustible y vivienda, el valor de todo esto proviene de las provisiones
que consumimos en procurarlos.”7-El producto de la tiera convertido en
manufactura, puede ser más fácilmente
transportable a mercados distantes que antes de su conversión.” 8-El
comercio es la actividad por medio de la cual los productos son cambiados por
su valor, incluyendo fletes. Así por ejemplo, si en Inglaterra el trigo tiene X
valor representado por plantación y recolección, en Francia cuesta X producir
cuatro galones de vino. Entonces cuatro galones de vino es el cambio justo por
el trigo. La ventaja de este comercio es que cada parte incrementa sus
productos, es decir tiene en vez de vino solo, o de trigo solo, el uso del
trigo y del vino a la vez.””Donde el trabajo y el costo que se tiene por
producir ambas comodidades son conocidas para ambas partes, ls ganancias serán
honestas. Cuando son conocidas por una sola parte, las ganancias serán
desiguales, y es ahí DONDE EL CONOCIMIENTO TOMA VENTAJAS SOBRE LA IGNORANCIA”.
“A medida que
aumenta la tecnificación disminuye el trabajo necesario, y esos métodos hacen
suponer mayor trabajo empleado en su manufactura que el que realmente hay,
creando un precio ficticio, induciendo a pagar más por ello que lo que
realmente vale.”
8-”La ventaja
de tener producción en un país no consiste, como se supone comúnmente, en el
gran valor de la materia prima de la que están formadas las manufacturas. Si
seis medidas de lino valen veinte
chelines, cuando se transforman en encaje, el costo real de esos veinte
chelines es, además del costo del lino, el de diez y nueve chelines que se paga
su manufactura. Pero la ventaja de las manufacturas es que, mediante la
transformación, pueden ser más fácilmente transportadas al mercado extranjero,
por consiguiente nuestros comerciantes pueden más fácilmente engañar a los extranjeros.
Pocos fuera del lugar de producción conocen el valor real del lino. Por lo
tanto el exportador puede pedir cuarenta y quizás obtener treinta, por aquello
que le costó veinte.”
Benjamín
Franklin es el gran intelectual promotor de la revolución industrial
anglosajona. La piensa como el mejor método para impulsar el crecimiento de una
nación minoritaria pero con gran potencial de expansión. Es el inventor del
concepto de “espacio vital”, diseña el papel de la sociedad de consumo
comparando el modelo esclavista del sur con el industrial del norte. Estos
apuntes fueron escamoteados en las traducciones de su autobiografía, para no
avivar giles.
Tomadas
del original en inglés. Correspondencia
de BF. 1754-1760. “The autobiography of B.F. Pocket Books, inc .N:Y.edición
1940.
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