Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2021

ARTIGAS Y SU CIRCUNSTANCIA

    Poco esfuerzo se ha hecho para enmarcar al hombre Artigas en su tiempo. José G. Artigas nace en Montevideo el 19 de junio   de 1764,   llega a la mayoría de edad en 1780, pues en aquella época ya a los 16 años se   era reconocido   apto para la guerra y el amor, más aún para el trabajo que solía empezar apenas pudieran sostenerse sobre un caballo o terminadas las clases de las primeras letras. También es necesario encuadrar al personaje en el entorno de su tiempo y en la región. Ya Montevideo tenía veintisiete años, nieto e hijos de fundadores y pobladores destacados dentro de la pequeña comunidad colocada en tierras disputadas por castellanos y portugueses, en medio de un continente azotado por las invasiones de piratas   ingleses, el sitio de Cartagena de Indias por parte de la mayor fuerza invasora anglosajona al continente.1739-1741, invasión de cientos de naves y veinte mil infantes con participación   de colonos de Virginia, seguro que nuestra frontera con el mundo an

SIN EUFEMISMOS

        Lo que pasó a distinguirnos como especie fue el lenguaje, nuestra capacidad de darle nombres al entorno para socializarlo, de ahí nuestra necesidad de darle nombre a las cosas y fenómenos del entorno   nos apropiamos de ellas. Las palabras transmiten sentidos y aunque pueden haber multitud de palabras para nombrar cosas parecidas, la estratificación de sentidos de cada una adquiere significado diverso según el momento histórico en que se emplea y las reacciones que se buscan socialmente.   Esa   es la función de creativos y publicistas. De la misma manera que no se deja de ser un hombre viejo porque lo nombren “ hombre   grande”, este es un eufemismo destinado a disimular la decadencia y la   finitud de la vida humana.   En el arte de la simulación y disimulación de hechos y realidades, lograr la convivencia social han proliferado los eufemismos: si cretino, “persona con capacidades diferentes”, si ciego, “no vidente”, si invertido, ”gay” aquí hubieron de acudir al

RESIGNACIÓN

                   Según el “mataburros o desasnador” diccionario, el término del acápite significa renuncia, pérdida o conformidad ante la pérdida de un beneficio, bien material o inmaterial. Nuestra época es un tiempo de resignación al mas estricto sentido que le atribuían los cartujos medioevales cuando ingresaban una orden penitencial, se sometían a sus reglas entregaban su vida, es decir, su tiempo y su libertad.    Aquellos cambiaban su libertad por la seguridad del sustento protegido dentro de los gruesos muros de los monasterios en tiempos en que el hambre y las guerras consumían a los desposeídos o caídos en desgracia. Los resignantes contemporáneos son reclutados por la comodidad y las promesas de libertad individual, se entregan en cuerpo y alma, optimistas, al gran claustro virtual, milagro tecnológico, que sin muros ni cadenas les someten en cuerpo y alma.   La libertad, espejismo ideológico, queda reducida a la elección de las cadenas que nos sujetan y controlan : e