En este mundo se han instalado los eufemismos como forma de amortiguar, disimular, como edulcorantes de una realidad amarga como la hiel. Entonces se ha instalado, en política sobre todo, el tema de las grietas, eufemismo para las contradicciones sociales más agudas y generalizadas. De por sí de lo que se trata es de negar las divisiones sociales, el eufemismo “grieta” las minimiza pero también las estigmatiza dramáticamente. Entonces las ”grietas son malas de por sí”, por eso hay que negar sus naturalezas. Lo mismo sucede con la vejez, ya no hay viejos, hay “gente grande”, nadie se muere, “se ausenta, se vá”, los cretinos “tienen capacidades diferentes”, los ciegos son “no videntes”, y así podemos seguir hasta el infinito enumerando eufemismos. Pero las tan temidas grietas, eso que se pretende disimular, tienen sus profundos orígenes en lo que podría llamarse “profundas fuerzas teutónicas sociales”. Cuando la tierra se raja es por un fenómeno profundo, algo grave se oculta en
Artículos periodisticos publicados en diario La República de Montevideo y otros medios.