El Uruguay a partir de su reforma constitucional de 1966, que pasó de un sistema de ejecutivo colegiado, con un parlamento de amplias facultades, a una casi monarquía disimulada de presidencialismo, en el que se limitan las potestades parlamentarias al mínimo. Pudiendo sortear el ejecutivo, como lo hiciera apenas inaugurado el nuevo régimen, su indefección parlamentaria, apelando a las Medidas Prontas de Seguridad, encarcelando opositores, a las Leyes de Emergencia que se votan dejando vencer los plazos de aprobación automática. Todos estos instrumentos fueron pocos para realizar las reformas “que no se pueden hacer en democracia”, al decir de Mariano Grondona, para eso se convocó a los militares a asaltar las instituciones… El ballotage, universalmente es considerado un instrumento electoral destinado a garantizar al Presidente un respaldo parlamentario eficiente. Pero en Uruguay, solo ha sido ideado como un instrumento para cerrarle el paso a un partido al poder, al Frente Amplio,
Artículos periodisticos publicados en diario La República de Montevideo y otros medios.