La “hideputéz”*es una condición que se adquiere, tal vez con la edad, o es un mal cultural que se extiende por la humanidad aumentando la entropía del universo , por lo menos en este grano de arena en la periferia de la Vía Láctea, en que dicen los astrónomos nos toca existir. Por ser un fenómeno tan nimio, un excelso producto una mutación del homosapiens que se inventó un dios a “su imagen y semejanza” para justificar su “hideputez”. Así pues se creyeron dueños de la vida y gestores de la muerte, de la vida planetaria y de sus mismos congéneres a los cuales no dudan en torturar, asesinar, como ejercicio profesional, sin remordimiento. Así pues un verdugo dice que cumple con su trabajo, un soldado o mercenario con el suyo, un monteador que troncha una vida centenaria por encargo y paga de un vecino cualquiera, puede decirse que integra el escalón inferior de la universal “hideputez”. La vida en este grano de arena llamado por los griegos Gea, con justicia considerada enge
Artículos periodisticos publicados en diario La República de Montevideo y otros medios.