“Hay cambios que no se pueden hacer en democracia”, escribía el periodista Mariano Grondona en la revista Visión, Chile 1973, después del 11/09/Chileno, aplaudiendo el advenimiento de Pinochet. Es cierto, no se pueden hacer cambios que vayan en desmedro de la vida de las mayorías conservando los buenos modales democráticos. No se puede, como lo hicieron en América Latina, cerrar fábricas, secar campos, asesinar gente, llenar las cárceles de desesperados, en fin empobrecer a las multitudes para enriquecer a una minoría. Y eso es mas grave, aún, cuando se afecta la economía de aquellos que conocieron la ocupación plena, una vida decorosa, en fin los que se creían que pertenecían a un gran país industrial como la Unión norteamericana. Y los norteamericanos trabajadores de la industria, mejor dicho, ex trabajadores de los estados del noroeste, del cinturón de la quebrada ciudad de Chicago, otrora emporio industrial metalúrgico y frigorífico, terminaran votando contra el sistema que
Artículos periodisticos publicados en diario La República de Montevideo y otros medios.